En Bioingeniería del Paisaje, concebimos los lagos no solo como elementos estéticos del territorio, sino como infraestructuras naturales críticas. Son sistemas complejos cuyo equilibrio hidrológico y biológico sostiene ecosistemas enteros y garantiza servicios esenciales para la sociedad.

Su degradación, por tanto, no es un problema meramente ambiental, sino un fallo estructural que requiere una intervención técnica especializada.

El Día Mundial de los Lagos, que se conmemora el 27 de agosto de cada año, nos sirve como un recordatorio anual de esta realidad. Más allá de la celebración, esta fecha también supone un llamamiento a la acción profesional para diagnosticar, proyectar y ejecutar las soluciones que estos ecosistemas vitales demandan con urgencia.

Origen de una conciencia global por los lagos.

La preocupación por el estado de los lagos del mundo no es nueva. Aunque el 27 de agosto ha sido adoptado por diversas organizaciones como fecha para celebrar el Día Mundial de los Lagos, es importante aclarar que no se trata de una efeméride oficialmente designada por las Naciones Unidas.

Su origen es más bien un reflejo del creciente movimiento ecologista global. El impulso inicial se gestó en eventos como la Conferencia sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU en Río de Janeiro (1992) y gracias a la labor de organismos científicos como el Comité Internacional de Medio Ambiente de los Lagos (ILEC), fundado en 1986.

Estas iniciativas fueron las que crearon una plataforma global para concienciar sobre la necesidad urgente de proteger y restaurar estos valiosos cuerpos de agua dulce.

Actuación en lagos para el control de la erosión

La intervención técnica y el rol de la bioingeniería en torno a los Lagos.

El estado actual de muchos lagos, afectados por la erosión de sus márgenes, la colmatación por sedimentos y la contaminación difusa, evidencia el fracaso de los enfoques pasivos o de la ingeniería civil tradicional (hard engineering).

Nuestra disciplina, la bioingeniería del paisaje, ofrece un paradigma diferente: utilizar la propia naturaleza, a través de técnicas científicamente fundamentadas, como herramienta principal de restauración.

En este contexto, las empresas especializadas en el control de la erosión, como Objetivo Erosionzero, contribuimos para abordar la salud de los lagos y sus riberas como un sistema integrado. No se trata de «jardinería», sino de ingeniería viva. Por ejemplo, en especialidades como:

La estabilización de márgenes y control de la erosión: Donde otros ven un talud inestable, nosotros diseñamos soluciones de bio-retención. Mediante la instalación de biorrollos, mantas y mallas orgánicas, redes de alta resistencia y la plantación de especies riparias seleccionadas, creamos un ecosistema biológico vivo. Las raíces de estas plantas tejen el suelo, anclando el terreno de una forma mucho más resiliente y ecológicamente integrada que cualquier muro de hormigón.

En la defensa contra la contaminación: Contribuimos a crear en la primera línea de defensa del lago. Diseñamos e implementamos franjas de vegetación de ribera y humedales artificiales que funcionan como biofiltros de alta eficiencia. Estos sistemas interceptan la escorrentía, capturando sedimentos, nutrientes (nitratos, fosfatos) y otros contaminantes antes de que alcancen la masa de agua, atacando directamente el problema de la eutrofización.

En la recuperación ecosistémica: Esta labor va más allá de la estabilización. Reconstruimos el ecosistema ripario en su totalidad para que sea autónomo y resiliente. Cada planta se selecciona por su función ecológica, creando hábitats funcionales que recuperan la biodiversidad y mejoran la conectividad ecológica del paisaje.

Los retos globales propuestos en el Día Mundial de los Lagos.

Las directrices y preocupaciones globales, como las que se reflejan en los lemas del Día Mundial del Agua, son el marco estratégico que impulsa la necesidad de nuestras intervenciones.

En Bioingeniería del Paisaje, animamos a traducir estos grandes objetivos en proyectos tangibles y medibles. Por ejemplo:

2024: Agua para la Paz.

Este lema resalta la gestión de recursos hídricos compartidos. A escala local, esto se traduce en proyectos que garantizan la calidad y cantidad de agua en lagos que abastecen a múltiples comunidades, previniendo conflictos de uso y asegurando un recurso sostenible para todos.

2023: Acelerar el cambio.

Este es nuestro principio básico. La «aceleración» en nuestro campo significa implementar soluciones eficaces que ofrezcan resultados visibles en plazos asumibles, revirtiendo procesos de degradación que parecían irreversibles.

2022: Invertir en los lagos, invertir en el futuro.

Defendemos este mensaje ante el sector, ya sean administraciones públicas o entidades privadas. Está demostrado que invertir en la restauración de un ecosistema lacustre no es un gasto, sino una inversión en capital natural que genera retornos en forma de seguridad hídrica, protección contra inundaciones, aumento del valor inmobiliario y nuevas oportunidades de uso recreativo.

2021: El valor del agua en nuestros lagos.

El trabajo consiste precisamente en materializar ese valor. Al restaurar un lago, no solo mejoramos un parámetro químico; recuperamos un activo patrimonial, social y ecológico para las generaciones futuras.

El Día Mundial de los Lagos como compromiso basado en la solvencia técnica.

El Día Mundial de los Lagos refuerza el compromiso, porque la restauración de ecosistemas lacustres es un desafío complejo que no admite improvisación. Este requiere de un diagnóstico preciso, un profundo conocimiento de la ecología y la hidrología, y un dominio de las técnicas de bioingeniería más avanzadas.

En empresas como Erosionzero, apuestan por esa solvencia técnica. Cada proyecto es un testimonio de cómo la ciencia, la ingeniería y la naturaleza pueden trabajar juntas para sanar las heridas del paisaje y construir un futuro más resiliente y sostenible.

Más lemas del Día Mundial de los Lagos.

A continuación, y como muestra de la visión del Día Mundial de los Lagos, informamos de algunos lemas más.

  • 2020: Lagos y biodiversidad.
  • 2019: No dejar a nadie atrás: Lagos y agua para todos.
  • 2018: La naturaleza al servicio del agua.
  • 2017: Aguas residuales, ¿por qué desperdiciar agua?
  • 2016: Agua y empleo: Lagos sostenibles.
  • 2015: Agua y desarrollo sostenible.
  • 2014: Agua y energía en nuestros lagos.
  • 2013: Cooperación en la esfera del agua.
  • 2012: Los lagos y la seguridad alimentaria.
  • 2011: Agua para las ciudades: Respondiendo al desafío urbano.
  • 2010: Calidad del agua, calidad de vida.